Todos conocemos como acabó la vida de uno de los hombres más
importantes e influyentes del mundo, pero pocos conocen la auténtica verdad de
lo que sucedió realmente.
La versión oficial cuenta que un fanático llamado Lee Harvey
Oswald asesinó al presidente en Dallas, Texas, con un fusil Carcano M91/38
desde el edificio cercano donde trabajaba este.
Se culpa a Lee Harvey porque al parecer el policía Marrion
Baker, de la Dallas Police Department, oyó los disparos y corrió hacia la
entrada del edificio, ya que creía que los disparos procedían de ese lugar.
Subió hasta el segundo piso donde encontró en la cafetería a Lee Harvey Oswald
un tipo que le pareció sospechoso. Owald estaba tranquilamente bebiendo un
refresco de la máquina expendedora y el tal policía Marrion Baker supuso que
era el sospechoso. Esto es bastante confuso. Claramente el inspector de policía
sabía a quién tenía que culpar y donde se encontraba en el momento preciso del
asesinato del presidente. Era un plan diseñado donde el chivo expiatorio era
Lee Harvey Oswald. Al parecer años antes había desertado del ejército de los
Estados Unidos de América. Concretamente en octubre de 1959 tras un accidentado
viaje en barco desde Nueva Orleans hasta Finlandia, Oswald desertó a la Unión
Soviética, donde permaneció hasta 1962. Ese mismo año volvió a Estados Unidos
con su pareja y su hija.
Unos meses antes de su asesinato, el presidente Kennedy
ofreció un discurso ante los medios de comunicación que rompía con la línea de
actuación que había mantenido hasta el momento. En su actuación pedía ayuda a
la prensa para que juntos iniciaran un proceso que permitiera desenmascarar a
las sociedades secretas y a aquellos que se encontraban detrás. Era necesario
dar este paso porque detrás de estas “sectas de poder” se encontraban las
personalidades más influyentes del panorama político-económico y cuyos
objetivos eran la creación de una dictadura mundial llevada a cabo a través del
capitalismo.
Fue este discurso el último y el que marcó su sentencia de
muerte.
La mañana del 22 de noviembre de 1963 una serie de disparos
acababan con la vida del presidente mientras realizaba un acto oficial en
Dallas.
Si nos conformamos de primera mano con la historia oficial, aquella
que quieren que creamos, no descubriremos lo que realmente sucedió aquel día y
nunca descubriremos “los flecos sueltos” que rodean todo este burdo teatro.
Curiosamente, el 24 de noviembre de 1963, cuando Oswald era
trasladado a la cárcel del condado, Jack Ruby se abrió paso entre la multitud
que lo rodeaba y delante incluso de las cámaras de televisión, lo asesinó a
sangre fría. Jack Ruby tenía más de mafioso que de valiente justiciero. Nadie
llegaba a comprender la situación y la confusión reinaba en toda la opinión
pública. Era un espectáculo realmente lamentable.
Digamos que alguien encargó el asesinato de Oswald ya que él
mismo aseguraba que no era el autor de la muerte de Kennedy y era un chivo
expiatorio de un plan llevado a cabo por personalidades de la élite con el único
interés de “quitar de en medio al presidente”.
Por otra parte, si analizamos con detenimiento el mismísimo
video de la ejecución del presidente Kennedy, vemos de una manera bastante
clara como su propio chofer es el encargado de disparar apuntando hacia la
cabeza y acabando con su vida. La versión oficial habla de tres tiros y fue el
último el que acabó con la vida del presidente y todos ellos provenían del
edificio en el que estaba Oswald, pero, ¿Cómo pueden mentir de esa manera si
hasta el propio video muestra quién disparó acabando con la vida del
presidente?
En otra toma se ve como una señora con la cabeza cubierta
con un pañuelo y que portaba una cámara fotográfica es la única en toda la
escena que no se tira al suelo y se mantiene firme sin inmutarse cuando se
produce el tiroteo. También nos induce a pensar que tuvo algo que ver con el
crimen. ¿Puede ser que esa cámara llevase dentro una pistola y justo en el
momento en el que el coche oficial pasaba por delante, apretar el gatillo?
Hay quién afirma que se esa señora del pañuelo era ni más ni
menos que “Lady Babuskhka”. Su nombre real es Philippine Mathilde Camille de
Rothschild. ¿Pudo estar grabando la familia Rothschild el macabro crimen?
Asombroso, ¿Verdad?
Se sospecha que fue, el Majestic-12, ese grupo formado por
las personalidades más célebres de los Estados Unidos, quienes llevaron a cabo
el plan para ejecutar al presidente y de paso, mandar “un mensaje” a todas
aquellas personas que estuvieran dispuestas a dar la cara por él y por aquella
información que tenían y que podría sacar a la luz todos los planes macabros de
esa élite dominante que está por encima de cualquier gobierno del mundo y que
se comenzó a forjar allá por el siglo XVII-XVIII.
Aquí les dejo unos enlaces:
https://www.youtube.com/watch?v=GzYya6O3Gno
http://www.sophimania.pe/sociedad-y-cultura/filosofia-y-humanidades/escalofriantes-imagenes-estabilizas-del-asesinato-de-jfk-video/
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