La tribu de
los Dogon, esa cultura originaria de Mali que tanto tiene que enseñarnos en
cuanto a los orígenes del Ser Humano, tiene una historia fascinante que
contarnos. Se trata de una tribu de unos 300.000 habitantes que vive en la
planicie de Bandiagara en las montañas de Hombori en Mali.


¿Cómo sabían de la órbita de tales estrellas
si no cuentan con instrumentos para poder medirlas? ¿Por qué esas curiosas
estrellas y no otras del inmenso firmamento?
El sistema
estelar Sirio está formado por tres estrellas, sirio A, B y C. La distancia que
hay entre nuestro sol y este sistema estelar es aproximadamente de 8,7 millones
de años luz de distancia. A sirio se la conoce como la estrella perro y está
situada en la constelación del Can Mayor. Dicha constelación también es
conocida como “El perro de Orión”.
Los Dogon
creen en un Dios hacedor del Universo al que llaman Amma. Este ser mandó a la
tierra a otro Dios menor al cual lo llamaron Nommo con la misión de sembrar la
vida en el planeta tierra. Dicho nombre en su lengua quiere decir “El nomo del
estanque”. Los seres les contaron que crearon la tierra, las plantas y los
animales y por último a la primera pareja de humanos. Nos cuentan como de esta
primera pareja de humanos hubo ocho descendientes los cuales vivieron hasta
edades increíbles.
Los Nommo
trajeron semillas, y con ellas enseñaron a cultivar, convivieron con los Dogon
y les enseñaron también a fundir los metales y a fabricar herramientas.
Según cuenta
la leyenda, estos seres bajaron en sus naves de un color rojo como el fuego
hasta la tierra. Dichas naves se sumergían en los estanques y de ellas salían
naves nodrizas que contenían a dichos seres. Estos seres eran de un aspecto
anfibio (Descritos como hombres peces) similares al Dios babilónico Oannes.
Según cuentan, estos seres tenían cola de pez y por encima de la cintura cuerpo
de humano. En el cuello tenían unas arrugas como si se tratase de un collar.
Estos dioses
llegaron a la tierra entorno al 5000 o 8000 a.C, y cuando hubieron cumplido su
misión se marcharon a su planeta de procedencia en una especie de arca roja
como el fuego.
Estos seres
que contactaron con el pueblo de los Dogon vivían en el agua, en los estanques
cercanos de los poblados pero cuando decidían salir de ahí tenían la capacidad
de transmutarse, es decir, pasaban de ser tipo anfibio/lagarto a seres humanos
muy bellos. Por increíble que parezca estos seres tenían la capacidad de
transformarse en humanos. La manera de desplazarse cuando salían del agua era
un tanto peculiar, tanto que se movían de tal manera que no tocaban el suelo,
como si levitaran levemente.
Afirman que
hay un monte en Mali en la que bajaron los Nommo y antes de que descendieran,
esta se tiñó de tonos rojizos y crecieron calabazas que nadie había sembrado
por todos lados. Dicen que en esta montaña sucedió un hecho insólito. Fue la
primera muerte de un Nommo y según cuenta la leyenda fue crucificado, más tarde
resucitó y regresará a la tierra para salvar al mundo. ¿No os suena esta
historia?

No deja de
ser un hecho realmente sorprendente ya que aquí afirma más si cabe que los
Ovnis son totalmente reales. Es un pueblo que no tiene medios tecnológicos y
sigue anclada en lo más primitivo de la civilización y cuando ven las
fotografías de los Ovnis coinciden en que esos son las arcas rojas de fuego que
ven continuamente. Las arcas en las que viajan los Nommo y aquellas que ven
aterrizar en las lagunas cercanas de sus pueblos.

Los egipcios
veneraban a la “Estrella Perro” o Sirio la cual se encuentra en la constelación
del Can Mayor. Basan su calendario en la estrella Sirio el cual tiene una
duración de 365,25 días exactamente el mismo que utilizamos nosotros hoy en
día.
Tenían una
predilección total por el astro rey, el Sol. El motivo era porque en esa misma
región un día determinado Sirio junto con el Sol salían por el mismo punto, es
decir que estaban alineados.
En lo que
respecta a las pirámides de Keops, Micerinos y Kefrén hemos podido observar lo
siguiente:
La pirámide
de Keops representa a Sirio A. Esta tiene 3 pirámides satelitales que
representan tres planetas junto a Sirio A.
La pirámide
de Micerinos representa a Sirio C. Esta también consta de 3 pirámides menores
que también representan tres planetas que orbitan alrededor de él.
La pirámide
de Kefrén representa a Sirio B. Esta pirámide no cuenta con ninguna pirámide satelital ya que Sirio B no tiene
planetas debido al gran peso gravitacional lo cual hace imposible que ningún
planeta lo orbite sin atraerlo y absorberlo.

No deja de
ser cuanto menos curioso que esta región del Universo esté tan representada en
las culturas y templos antiguos. Algo quieren decir con esto y creo que está
realmente claro. Alguien nos contacta desde esa región del espacio desde
nuestros comienzos como civilización y por mucho que se intente tapar y disuadir
actualmente, es lo más importante que le ha sucedido a nuestra especie. Fueron
ellos los que nos enseñaron a hacer civilización y fueron ellos los que nos han
proporcionado todas las herramientas necesarias para ser lo que somos hoy en
día.