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lunes, 11 de julio de 2016

En busca de los gigantes que un día habitaron La Tierra

"Existían entonces los gigantes en La Tierra y también después cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y engendraron hijos. Estos son los héroes famosos de antaño". Génesis, capítulo 6, versículo 4.


Esta referencia bíblica hace referencia a los famosos Nefilim. Los gigantes aparecieron porque los hijos de los Dioses un día se aparearon con las hijas de los Hombres. Y entonces aparecieron los Nefilim, raza de gigantes semidioses que se encargaron de sembrar el caos en La Tierra. Los hijos de los Dioses al infringir la norma de la no intervención con los Hombres, fueron desterrados y condenados por los Dioses. Yaveh observa todo lo que ocurre en La Tierra y observa el caos reinante y sólo se le ocurre mandar un cataclismo para destruirlo todo y no dejar rastro de la creación.

También los Mayas y los Incas afirmaban que antes del diluvio que asoló el mundo entero, existió una raza de gigantes que habitó el planeta.


























Muchas culturas se encargaron de grabar sus imágenes en piedra o contaban historias sobre ellos.
En el Midrash, el libro sagrado judío, cuentan como el gigante Goliat, el filisteo, tuvo que huir con el arca de la alianza. Se abrió paso a través de los soldados y partió con el arca hacia el lugar del pueblo filisteo para devolvérselo.

Lo que no podemos explicar es cómo todas esas construcciones que se reparten a lo largo y ancho de todo el planeta fueron un día construidas ya que no logramos comprender quienes pudieron haberlo hecho mirando la historia desde el punto de vista que nos tratan de imponer.



Nos instruyeron haciéndonos creer que fueron antepasados de nuestra misma especie los que un día sintieron la necesidad de construir templos con piedras de hasta 500 toneladas con simples herramientas rudimentarias pero por más que estudiemos la historia desde esa postura no vamos a lograr descubrir la verdad.
Aunque parezca propio de cuentos y leyendas debemos enfocar nuestro análisis desde la postura basada en la existencia de seres gigantes (Los Nephilim mencionados en tantas y tantas culturas) que un día caminaron junto a nosotros sobre la tierra.
Sabemos todos los investigadores de esta fenomenología que se han encontrado cientos y cientos de restos óseos pertenecientes a gigantes con estaturas comprendidas entorno a los tres metros de altura.

También las estructuras de la antigüedad nos hacen plantearnos que su construcción no fue hecha por seres tales como lo somos nosotros hoy en día. Las pirámides de Guizá, stonehenge, las enormes piedras de Baalbek en Líbano, la misteriosa Puma Punku en Tiahuanaco, Gobekli Tepe en Turquía, y un largo etcétera que recorre el mundo de punta a punta son un ejemplo de las construcciones inexplicables para nosotros que se construyeron en un tiempo muy remoto y de los que sabemos muy poco.

Debemos cerciorarnos de la existencia de seres gigantes que empleaban técnicas de construcción inimaginables a día de hoy y que permitían erigir estas asombrosas estructuras.
Aunque la ciencia y la arqueología oficial se empeñe en demostrar lo contrario, no debemos sino de actuar con una posición crítica y racional, sin dejarnos influenciar por ninguna postura y sólo estudiando aquello que observamos y poniéndonos en el contexto adecuado obtendremos de una manera objetiva todos los resultados.

Sólo debemos hacernos unas cuantas preguntas: ¿Por qué realizaban estas colosales y precisas estructuras vinculándolas con la composición del firmamento si supuestamente la especie que las levantó por aquel entonces estaba comenzando a forjarse como civilización tratándose solamente un puñado de "salvajes"? ¿Cómo es posible que sea una especie con tan avanzado conocimiento en astrología y sea capaz de realizar estas representaciones tan exactas utilizando piedras de hasta 500 toneladas?

Es difícil demostrar esta teoría porque los organismos oficiales no son partidarios de que ningun investigador desacredite y ponga "patas arriba" la teoría oficial. A lo largo del siglo XIX y XX se han encontrado restos óseos de gigantes en diferentes puntos del mundo pero misteriosamente esos esqueletos han desaparecido sin más.

No es de extrañar que existan poderes fácticos contrarios a que la verdad sobre el origen de la civilización salga  a la luz y empleen diversas artimañas para tratar de ocultarlo.

Es tremendamente difícil luchar contra esta situación ya que emplean todos los instrumentos del sistema para conseguirlo pero siempre nos encontramos con detalles que escapan a su control y dejan "La puerta abierta" para que investigadores cómo nosotros aprovechemos el momento y "nos colemos dentro" para desentrañar los misterios que encierran.


Otro inconveniente con el que nos encontramos a la hora de realizar todo el estudio de este fenómeno son las falsificaciones realizadas por individuos realizadas por el motivo que sea y que entorpecen gravemente la investigación, dejando en algunas ocasiones en un ridículo pasmoso a quienes han caído en la trampa.

Por ejemplo, en 1912, dos granjeros comenzaron a llegar a una cueva cerca de Loflock (Nevada) en busca de guano de murciélago, ya que se trata de un buen abono.
Una vez dentro de la cueva, se llevaron una sorpresa. Comenzaron a descubrir objetos muy curiosos, tales cómo cebos para patos e instrumentos de caza y pesca en un lago cercano, pero justo después encontraron algo realmente extraño: 2 gigantes pelirrojos y con pelo largo. Estos gigantes median casi 3 metros de altura y estaban momificados al igual que se hacía con los faraones en egipto.
Los granjeros estaban asombrados por el hallazgo pero los Indios Payut que vivían por la zona si que lo sabían y no les asombró. En 1883 una princesa Payut escribió el libro "Vivir entre Payut" y en el libro hablaba sobre los gigantes pelirrojos que vivían cerca del lago, en esa cueva. Decían que eran caníbales.
Decían que esos gigantes lucharon contra el pueblo de los Indios Payut.

Luego de otra cueva en EEUU, se extrajeron casi 60 esqueletos y hoy en día no se sabe donde están. ¿Pudo ser un encubrimiento arqueológico?.


El mundo está plagado de apariciones de restos óseos de gigantes y todas las culturas en todo el mundo cuentan relatos donde se cuenta que los gigantes vivieron en La Tierra pero un día perecieron.
Por ello, aunque el sistema no facilite la divulgación de este fenómeno, son miles y miles de pruebas las que avalan la existencia de estos en algún momento de nuestra historia.